Nuestro Mayor Miedo

Nuestro Mayor Miedo

 

“Quien vive temeroso, nunca sera libre” Horacio.

El miedo a ser; muchas veces lo que nos detiene es lo que podemos hacer o llegar a ser. Nos preguntamos muchas veces, quien soy yo para ser inteligente, talentoso. Bueno, pero ¡¿quiénes somos para no serlo?!

He notado que la mayoría de las personas dejan su poder y sus virtudes en las casas, escondiendo su potencial, su fuerza y su progreso, nadie quiere ganar la carrera, es solo conformarse con solo medio llegar. A veces por temor de que alguien nos critique, de equivocarnos o simplemente no tener la suficiente confianza para mandarse, como decimos.

Creo que, no solo yo he pasado por ese sentimiento de tener que cuidar a los demás, salvar a las demás personas, por así decirlo y nos dejamos, por último, si algo sobra es para mí, o lo último que importa somos nosotras, le damos el primer lugar siempre a los demás. Todas, sin excepción, sentimos miedo. Es una emoción con la que nacemos y que en ciertas situaciones nos ayuda a protegernos del peligro y a ser prudentes. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones los miedos son irracionales, tóxicos y nos limitan enormemente nuestro potencial.

 

Tenemos que aprender que esto es solo una forma de detenernos a nosotras mismas, el miedo nos debilita y nos resta la capacidad de salir adelante y ser exitosas de lo que nos propongamos. Es algo que implícitamente nos han enseñado desde pequeñas, lampara encendida para dormir, usted no puede saltar, el perro muerde, etc. Por lo tanto, no es algo que va a desaparecer así de fácil, el temor siempre va a estar ahí, lo que sí se puede hacer es al estar conscientes de lo que ese sentimiento genera, se enfrenta y avanzar con valentía.

La recompensa siempre llega a aquellos que se arriesgan y continúan caminado hacia la meta, por ese primer lugar. Hay que tener el valor de enfrentar el temor, el miedo y no dejar de intentarlo, disfrutar aquellas cosas que se presentan en el camino con la frente en alto, procurar vivir el presente y dejar de sentir miedo por lo que vendrá.

El miedo me da personalmente un objetivo de desafiarme a romper las cadenas que me atan y poder así ser libre para seguir mi propio camino, me ayuda a salir de la zona de confort y expandir el horizonte, enfocarme en nuevos objetivos, una vez que termine con lo que quería. Enfrentar ese sentimiento es lo que nos ayuda a crecer, una vez conquistado llenaremos nuestro ser con amor y paz. ¿Que tenemos que perder al enfrentar nuestros miedos? ¿que no pudimos? Bueno lo volvemos a intentar hasta lograrlo, ese sentir de no poder habrá desaparecido.

Que la fuerza que ponemos al levantar una pesa, un golpe al saco de box, unos kilómetros en bicicleta o al correr, sean la fuerza que nos permita demostrar esa fuerza interior, en cada sesión de entrenamiento tener el valor de hacer una repetición más, un kilómetro más, logrando cambios necesarios en el comportamiento y en los hábitos, será la única forma de conseguir lo que nos propongamos.

¡La vida comienza donde termina el miedo!