El Palidaso Capitulo 1

El Palidaso Capitulo 1

El cuerpo humano es sabio, tiene un chip que inmediatamente cuando algo no funciona bien lo avisa, diferentes síntomas, dando alerta de cosas que no andan bien, pero muchas veces ignoramos esos avisos y es cuando caemos, cuando el cuerpo simplemente se rinde.

Estoy tratando de buscar un balance en mi vida, el deporte siempre ha sido una pasión en mi vida, he practicado desde gimnasia, futbol, crossfit, atletismo de calle y montaña. Podría decirse que una adrenaline junkie y esta bien, pero como todo en la vida hay que tener un balance.

Mi personalidad siempre ha sido un poco extremista, si lo hago tengo que hacerlo la mejor manera posible, siendo consciente de mis limitaciones, pero empujando aún más y más, en diferentes aspectos de mi vida lo he hecho, desde mi carrera profesional hasta con algo tan simple como ejercitarme.

Algo tengo claro, no soy una persona de podio ni pretendo serlo, pero si una mejor versión de mi misma, eso es lo que trato con cada entrenamiento, con cada carrera, mi lucha siempre ha sido y creo que, hasta cierto punto contra mi misma, nunca me ha importado vencer a alguien más o picarme de ver qué persona entrena más tuanis.

¿Una competición sana contra si mismo siempre es buena porque nos impulsa a ser mejor y quien no quiere ser mejor? ¿Pero ese nivel de ser mejor quien lo pone? ¿Hasta qué punto es sano? Cada cuerpo es diferente, cada organismo funciona de forma similar pero totalmente diferente en cada uno, y es ahí donde tenemos que con la famosa frase “aprender a escuchar nuestro cuerpo”

Ejemplo de Ciclos de Entrenamiento

Para entrenar para torneos, carreras, etc, existen ciclos, porque imagínense meterle intensidad e intensidad fuerte siempre, no somos robots, se desgasta, he ahí la importancia de los ciclos de entrenamiento. La mente del atleta funciona un poco diferente que la mayoría de las personas ante ciertas situaciones de estrés, mas cuando se practica ejercicios de endurance. ¿Dolor? ¡Existe, pero que importa! Cansancio? ¡Existe, pero no importa! Hay que saber trabajar la mente de igual forma, para aprender a conocer las señales del cuerpo y no saltarnos ciclos.

Es muy fácil dar este tipo de recomendaciones, pero ponerlos en práctica es ahí donde todo cambia. Algo muy común es que después de cada carrera o actividad física de alta duración, el cuerpo baja las defensas y la mayoría de las veces uno se resfría. Pues en esta ultima ultra todo bien, la terminé entera y a la semana me resfrié.

Seguí entrenando como normalmente lo hago, el resfrío bajaba y subía. A los dos meses tenía otra carrera, y la verdad pensaba ¿para qué iba bajar el ritmo si ya venía la otra? Tire la carrera de alto kilometraje también y mi resfrío durante todo este tiempo nunca se fue. Empecé a experimentar ciertos síntomas que trataba de ignorar, mi mente decía vamos no sea suavecita, siga así va bien.

Me estaba costando mucho mantener el mismo ritmo de intensidad en cada entrenamiento (los mocos no se iban). Cansancio en cada sesión y mi dormir tampoco estaba bien, me despertaba en las madrugadas y no podía volver a dormirme, lo seguí ignorando.

Una mañana me levanté y dije que mierda, me volcó la gripe, conforme fue pasando el día aparecieron molestias o pasadas de dolor en el estómago y mi concentración estaba distante. Los músculos lumbares de mi espalda reaccionaron mal criaditos y patalearon también. Decidí ir a entrenar como siempre lo hago porque no iba dejar que la mente me venciera por un simple resfrío.

Un síntoma que dejé pasar durante 5 meses, bueno no le di mucha importancia era el tener amenorrea o desaparición de mi menstruación, no estaba embarazada, nunca tuve problemas ginecológicos.

Por momentos le echaba la culpa a mi método anticonceptivo ( Jaydess que tiende a disminuir la menstruación o en algunos casos casi a desaparecerla). Tenia los dolores normales de síndrome premenstrual entonces decía bueno diay todo bien, no pasa nada.

Ese mismo día que les cuento de mierda, llegue de entrenar y se los juro que sentía que me había pasado un tractor encima, no me podía ni levantar de la cama. Así que al día siguiente guarde reposo y no entrene (mi mente me seguía diciendo ayy vaya no sea tan débil, ahí sele quita). Pase los próximos días sintiéndome que me arrastraba por hacer movimientos del dolor de cuerpo, dolor de estómago, dolor de espalda. Tomé unas pastillas y me causaron reacción alérgica, mi cara se empezó a hinchar y dije creo que ahora si tengo que ir al doctor.

Fui al doctor y claro, me empezaron a hacer exámenes de todo tipo, sangre, orines, pupi, hormonales, autoinmunes y todo salía perfecto. Saque cita con la terapeuta física y el nutricionista para ir revisando todos mis protocolos y ver donde estaba el problema.

En este momento ya tenia semana y media de no entrenar por lo que dije, estoy dispuesta a todo, necesito salir de este palidaso rarísimo.

Llegue ala consulta con mi nutricionista que cabe recalcar es también entrenador (nutricionista en fisiología del Ejercicio con énfasis en Ciencias del Deporte y Nutrición Deportiva). Le empecé a comentar todos mis síntomas, hasta que ya me estaba afectando a nivel emocional el no poder entrenar y el no saber que tenía, porque todos los exámenes salían normales y me seguía sintiendo totalmente enferma.

Hicimos una revisión del periodo de tiempo que venía sintiéndome asi, carreras, ciclos de entrenamiento, alimentación, resultado de exámenes, síntomas, etc… ¿Hasta que me dijo, has escuchado de la fatiga crónica o sobre entrenamiento? Mi primera impresión fue, ayy maee jamás voy a tener eso, como a mi me va a dar eso, ¿cómo hacen las personas elite entonces?

Mi consejo como atleta en esta primera serie, si usted no se siente bien, consulte a su doctor más cercano, ¡no espere a un palidaso para tomar en consideración todos los factores que lo afectan como deportista!

En una segunda serie les contare de que se trata todo esto, que estoy haciendo para recuperarme y como lo sigo tomando.