El Duelo

El Duelo

La última que estuve por acá escribiendo tenía una expectativa, ilusión porque iba a la primera compe de tiro afuera del país y es que, en cuestión de una semana, días, todo cambio.

Y ese cambio a afectado a todas las vidas del planeta, un cambio que nunca imaginamos que iba pasar, veíamos en teorías de conspiración, películas, pero jamás pensamos que nosotros íbamos a vivir y a pasar por toda esta muerte y enfermedad.

Ha sido una transformación que nos ha impactado, nos ha movido de pies a cabeza, la vida nos cambio de un momento a otro, cambiando todos los planes que teníamos, lo que pensábamos, demostrándonos que es el hoy lo que debemos apreciar.

Muchas personas después de esto no van a ser las mismas, por ahí leí algo muy cierto, algunos volverán a sus familias, otros dejarán a sus parejas, otros lucharán por lo que siempre quisieron y no se atrevieron, pero sobre todo aprenderemos el volver a la familia y volver nuestros corazones hacia Dios. Otras personas con toda esta situación tuvieron claro que quieren y cambiaran sus vidas.

Nuestra sociedad se ha dedicado tanto a que caigamos en ciertos comportamientos que no forman parte de nuestra esencia y si hemos sido culpables, aturdiéndonos, distrayéndonos de lo que verdaderamente es importante.

La vida no va ser la misma, la rutina a todo lo que estuvimos acostumbrados no va hacer igual. Les cuento, hace unos días con tanta información negativa en la cabeza; me desplome; mi trabajo es de mucho estrés y tengo que obligatoriamente estar viendo noticias por lo que es muy pesado, aparte creo que todos hemos pensado en toda la situación y no deja de generar preocupación, temor e incertidumbre.

Volviendo a ese día, lo único que pude hacer fue llorar, lloré en medio duchaso, sintiendo en mi corazón solamente duelo, lagrimas del dejar atrás muchas cosas, situaciones, simplemente mi corazón se quebró. En un momento dije sea fuerte Kathi, no sea pendeja, ¡no voy a llorar!

Era inevitable, las sentía cayendo desde el alma y saben que, al final no me importo.

Está bien llorar, lamentarse, darle su duelo por lo que fue, por lo que pudo haber sido, por lo que solía ser normal.

Incluso los escritores de los salmos compartieron su duelo cuando las cosas no salieron como habían planeado o esperado.

¡Pero lo importante es que llevan su dolor a Dios! Comparten sus problemas con él. ¿Por qué? Porque a pesar de las dificultades, saben que él es bueno. Ellos saben que Él tiene el control.

Saben que es fiel a su pueblo. Saben que tiene un plan para ellos. Confían en Dios

En este momento (y probablemente una y otra vez) vamos a estar afligidos. Y cuando pase, me voy a tomar el tiempo para llorar, pequeñas cosas, grandes cosas. Se los voy a llevar a Dios y se los dejaré, una y otra vez. Porque es bueno con los suyos. Y porque es digno de confianza.

“Oh Dios, nos has rechazado, has roto nuestras defensas; has estado enojado Oh, restáuranos. Hiciste temblar la tierra; la has abierto; repare sus brechas, porque se tambalea. Has hecho que tu gente vea cosas difíciles; nos has dado vino para beber que nos hizo tambalearnos. ... En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos. "- Salmo 60: 1-3, 12

¡Acepté el duelo! Y entonces entendí, que hay que tomarse el tiempo para llorar por lo que fue, pero dándole las lágrimas a Dios. ….